Fui a eso de las 21:00 al café.
no nos atendían. Luego se nos acerca un joven de lentes con tatuajes, le pedí un completo dinámico, y me trajeron un italiano, error común a veces lo dejé pasar y simplemente me lo comí para no generar problemas.
Lo que si me molestó fue la desatención de principio a fin.
Tuve que pararme a pedir los aderezos, el chico muy desatento, con una actitud pesimista desde que llegamos, pone los servicios de malas ganas dejando el individual fuera de la mesa. Uno Cómo cliente no tiene la culpa si alguien tiene un mal día, siempre dejo, propina esta vez no. La comida y el ambiente todo es excelente, voy bastante a my coffe, de hecho es un rico lugar para ir y lo recomiendo mucho siempre. Pero la experiencia esta vez no me gustó y me fui con una mala sensación que hace que la comida ya no sepa tan bien.
